Problemas emocionales en deportistas
Los problemas emocionales del deportista son una variable de la que pocos se preocupan, ya que generalmente se supone que el deporte es saludable y hace bien, pero, la verdad es que esto no es del todo cierto.
En el transcurso del entrenamiento es importante que los requerimientos sean los adecuados a la capacidad técnica, física y psicológica del deportista. De modo que los ejercicios le generen sentimientos de motivación y superación. Cuando este punto se encuentra en equilibrio, el deportista también puede experimentar sensación de seguridad y confianza para continuar con el entrenamiento, pero ¿qué ocurre cuando existe una sobrecarga?
Problemas emocionales en el deportista
Si la intensidad del entrenamiento supera el potencial, entonces surgen los problemas emocionales del deportista. La carga le supera y surgen diferentes emociones como respuesta a ese desbalance que se origina en el organismo.
Pudiendo producir en el deportista una sensación de monotonía, desgana, disminución en las ganas para entrenar, pérdida en su nivel de entrenamiento y, por consiguiente, de su rendimiento.
Se debe considerar que entre los problemas emocionales del deportista se encuentra la presión psicológica a la que se ve sometido cuando la carga del entrenamiento es muy fuerte.
Algunas de las reacciones a las cargas fuertes de entrenamiento son los nervios, la inestabilidad emocional y la astenia. Esto ocurre cuando se produce un cansancio muy intenso en el deportista y se agobia ante las tareas, disminuye su capacidad, además, puede presentar trastornos en el sueño, falta de vigor y de ánimo, y muchas veces también puede sentir dolores de cabeza.
Algunas veces estos síntomas se dan de forma ocasional, sin que lleguen a causar un desorden en el comportamiento. Más bien, se pueden interpretar como una señal de adaptación a las tensiones físicas y psicológicas del deportista.
No obstante, los entrenadores deben mantenerse atentos a las reacciones de los deportistas y seguir el curso de las mismas, reforzando la recuperación, los horarios de descanso y otros métodos que garanticen su bienestar. También se recomienda ser tolerante con el deportista, darle apoyo, animarlo, brindarle reforzamiento positivo y estimularlo, explicándole los procesos que está atravesando.
Signos para detectar problemas emocionales
Uno de los signos más notorios es la irritabilidad, la cual expresa a través de sus gestos, o cuando se queja constantemente, por lo que, todas las quejas deben ser analizadas para que el deportista no se sienta abrumado ante la tensión que deriva del entrenamiento.
En algunas ocasiones, los problemas emocionales del deportista engloban signos como enfado, excitación elevada, pérdida del autocontrol, problemas interpersonales con otros miembros del equipo o con el entrenador, entre otras. Esto puede hacer que la persona comience a presentar baja tolerancia a la frustración.
En otros casos, los deportistas sienten sentimientos de culpa e incapacidad, también son frecuentes los pensamientos negativos y derrotistas.
La debilidad en el deportista se puede presentar con un estado de ánimo depresivo, inseguridad, inquietud, hipersensibilidad a los estímulos, entre otros. Asimismo, puede poner en duda las metas que se le señalan y pueden llegar a sentir miedo y ansiedad.
El estado depresivo del deportista también se puede manifestar con pérdida de interés y de sus deseos habituales, inhibición, falta de ánimo, rechazo al entrenamiento, dificultades para dormir, pérdida del apetito, indisciplina, dificultad para cumplir con el régimen, entre otros. En los peores casos, el deportista siente el deseo de claudicar y abandonar la actividad deportiva.
Cuando aparecen estas emociones, los especialistas en psicología deportiva deben intervenir para interpretarlas e identificar el origen de estas. Pues, muchas veces, también se encuentra implicado la relación del deportista con el entrenador, el estilo en el trabajo, o la carga en el entrenamiento.
Una vez identificadas las causas, se pueden introducir cambios que ayuden a modificar el estado psicológico del deportista.
